jueves, 10 de febrero de 2011

NOMADAS EFIMEROS "LLUÇA"

Fotos realizadas por RAMON y TONI
1º NOMADA EFIMERO "LLUÇA"
El 6 de Noviembre del 2010 nos trasladamos a los tranquilos parajes del LLuçanes, en una zona envuelta de bosque de encinas y robles centenarios al pie del castillo de Lluça y de una curiosa iglesia románica redonda del año 988, allí se encuentra ubicado Can Curtius, para nosotros aquel sitio seria un perfecto campo base de actuaciones, y realizar la experiencia.
Ya situados en aquel mágico entorno, todavía dormido y envuelto por una suave neblina. Propuse que después de descansar del viaje y sin perder más tiempo de hacer una visita al bosque en búsca de madera y piedras para la construcción del que seria el primer Nómada Efímero de aquella zona.





De nuevo sentía que las ideas me bullían en la cabeza y las quería poner en práctica lo antes posible, esta vez contaba con la ayuda y colaboración inestimable de mi amigo Ramón, dicho de paso un fiel seguidor incondicional de la obra de los Nómadas de Tiempo desde el principio.
Sin más dilación nos pusimos manos a la obra, lo primero fue buscar un buen emplazamiento para poder construir lo que seria la base de la escultura, ya encontrado fue fácil, solo se tenia que recoger el suficiente material para su construcción, pronto lo tuvimos todo preparado para empezar (Hay una premisa en los Nómadas Efímeros, al ser un arte que nace de la espontaneidad del momento y que se nutre del material que esta en el entorno, la construcción tiene que ser rápida).
Así que en poco menos de una hora tuvimos terminada la primera escultura, quedaba situada al pie de un prado con una esplendida vista de Can Curtius y al lado del camino que lleva al castillo de Lluça.

















2º NOMADA EFIMERO "LLUÇA"
No demasiado lejos continuando el mismo camino, nos encontramos una enorme cepa cortada de un árbol que por su tamaño tendría que haber sido más que centenario.
Ahora tan solo quedaba la parte de la base, seca y retorcida por el tiempo, su aspecto de vejez para mi serviría a la perfección para otro nuevo reto en construcción de un Nómada Efímero totalmente diferente.
Como ya he contado en otras ocasiones la naturaleza nos brinda infinidad de oportunidades, solo hay que estar atentos a las señales y observar.
Estábamos en racha y teníamos que aprovechar el momento y el espacio que nos brindaba el entorno, sin perder ni un instante nos pusimos a la búsqueda de nuevo material.
Otra vez se volvía a suceder ese pequeño milagro de ver renacer un árbol de sus cenizas, esta vez en un Nómada Efímero un concepto nuevo de arte, que puestos a pensar tiene sus raíces en lo más primitivo, así que siguiendo las mismas pautas que en el anterior, en poco tiempo ya teníamos acabada la escultura.
Ahora tan solo quedaba un ultimo trabajo, el documentar mediante fotografías el proceso de su construcción.













Al día siguiente antes de marchar dimos el ultimo vistazo a las esculturas dándonos cuenta que todavía estaban en pie y en buen estado, allá quedaron expuestas a los elementos climáticos y animales, durante el tiempo que la naturaza desee o la mano del hombre juzgue su destino.
De todas formas ellas han cumplido ya su cometido, han dejado la impronta efímera y su magia que les da su nombre.
Toni

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