Dejarme que os explique a
modo de historia el por que de estos “Monolitos Efímeros”.
Durante este mes de
septiembre he estado haciendo parte de Camino de Santiago, es una experiencia
que recomiendo a todo el mundo que le guste caminar y estar en contacto con la
naturaleza, os aseguro que no tiene edades para realizarlo, tan solo tener
ganas de esta sensación.
Como os cuento no todo es
el esfuerzo de caminar, es también el dialogo interno que se crea con este
amigo y a veces enemigo que somos nosotros mismos, enfrentados al reto, es un
gran momento para encontrarse, y hacer un repaso de cosas que uno lleva dentro
buenas o malas, el camino dura muchas horas y hay tiempo para ello, es todo
desafió.
Ya te lo dicen los
expertos que lo han hecho más de una vez, “El camino lo hace uno mismo y para
cada uno es diferente”.
Yo en mi caso lo he
realizo con mi pareja, deciros que es toda una experta en el “Camino”, pienso que al realizarlo juntos se
han reforzado nuestros lazos y nos ha dado una fuerza invisible, el camino pone
a prueba muchas cosas no solo el esfuerza físico si no el mental también.
Podría estar mucho rato
hablando del camino y mi primeriza experiencia en el, pero creo que lo mejor es
que cado uno que quiera hacerlo, se lance a la aventura y pruebe.
Y como dicen los que lo
hacen, os diré la frase típica del peregrino”Buen Camino”.
Fisterra ( en Gallego) es
el sitio mas occidental y donde se pone el sol mas tarde, un lugar para muchos
mágico y para los peregrinos un final de etapa y un punto de partida para el
regreso.
Allí es donde el peregrino
quema sus pertenencias que le han acompañado en el camino en un ritual lleno de
simbolismo y silencio, viendo como las llamas consumen en secreto que solo
saben ellos.
Pero también uno se nutre
de energía para la vuelta, así que quise aportar algo haciendo un pequeño
homenaje al camino, construyendo un Nómada Efímero dentro de mi algo decía que
no había mejor sitio para hacerlo que aquel y era el momento, cuando se ponía
el sol.
Esta vez he sido un Nómada
Peregrino y he querido aportar con una ofrenda hela con mis manos, dando
gracias por haber terminado mi primer camino y llegado a la meta que me había
propuesto, al final Fisterra y el sol nos regalaron un hermoso atardecer.
Me parece que esta frase
que leí mientras llegaba seria un buen final para este pequeño relato, dice así
“Bienvenido a Fisterra, fin del camino terrenal bajo la vía Láctea”.
Y ahora os dejo con una
selección de imágenes que no dan todo el crédito, pero que fueron un regalo
para mis ojos, este sitio siglos atrás se creía que era el final de la Tierra y
donde en el horizonte se juntaba el mar con el cielo.